He de reconocer que no me imaginaba volviendo a escribir en el blog. Desde el pasado 12/03/2018, no escribía.
Me había quedado sin ideas, sin experiencias que contar y sin consejos que dar. Si mal no recuerdo, hace ya 4 años que no trabajo como azafato o promotor.
Desde que he dejado de escribir había estado barajando la opción de crear un nuevo blog, Diario de un Ejecutivo, para plasmar mis conocimientos actuales y englobarlos en un blog en el que si representara mis experiencias y mi realidad actual pero, casualidades de la vida, mi actual empresa ha decidido abrir una nueva linea de negocio, empezando a trabajar con promotores y, junto a otros compañeros, ¡Nos han puesto a construir el nuevo departamento de promotores!
Siendo sinceros, me siento como pez en el agua, es el sector que más conozco, pese a que no es el sector de mi empresa, ni el que hemos trabajado hasta ahora, muy enfocado a instalaciones de plv en grandes superficies, sector bancario y farmacia, a través de equipos de GPV (gestores de punto de venta).

En esta ocasión, nos hemos iniciado con promotores tecnológicos en Media Markt, con una marca muy conocida de altavoces inteligentes que está reventando los stocks y convirtiéndose en el regalo de estas Navidades. El proyecto, más allá de lo que controlamos actualmente, tiene una enorme proyección, pudiéndose convertir en una cuenta muy importante dentro de mi empresa, ¡Potencial para ello hay de sobra!

Debido a todo lo comentado, me encuentra desempolvando viejos recuerdos, situaciones pasadas y experiencias ya vividas.
Recientemente, en el primer sábado de promoción y, tras 3 días de trabajo, me llamaron de un Media Markt en Barcelona para informarnos que habían echado a una promotora que teníamos en el centro.
Según el centro, los motivos fueron varios, no voy a explicarlos por respeto a la persona pero son cosas que todas las empresas pedimos que no se hagan porque pueden acabar como acabo este caso, fuera del centro.
Al parecer, y siempre según el centro, estos sucesos pasaron desde el primer día, dándole algún toque ya a nuestra promotora desde el inicio, hasta que se cansaron y decidieron no contar con ella más en el centro.
Cuando hablamos con nuestra promotora nos remarcó que había hecho muy buen trabajo y no entendía el porqué de que la echaran de su puesto de trabajo.

Dejando de lado los motivos por los que acabo fuera del centro, ante estos casos se producen varias situaciones, por ambas partes, que si bien puede ser que tengamos claras, no está mal de recordar:

- Hay una persona, el coordinador o ejecutivo de la campaña, debe hablar con el centro y con la promotora, escuchar a ambas partes, sea un laboral o un festivo.
- La persona que se va para casa, generalmente, acaba despedida, salvo que desde la empresa tengamos muy claro que no se trata de algo con la promotora y se la puede re ubicar. Por experiencia, las acciones son contadas y cortas, con lo que no puedes re ubicar a nadie y acaba despedida, lo que implica deber volver a buscar un trabajo.
- Al lunes siguiente, si la promoción sigue, a la empresa le toca buscar un reemplazo para la promotora despedida, gestionar un pase de nuevo para el mismo centro (las documentaciones pueden tardar en ser validadas de 48-72 horas, de ahí la importancia de que cuando nos contratan, firmemos rápido) y formar a otra persona de nuevo.

Como veis, no es poco trabajo el que implica que haya un "conflicto" con el centro de trabajo.
Como promotor, me imaginaba todo este proceso pero, como ejecutivo, veo lo que sufrimos todos cuando llegamos a una de estas situaciones. Ninguno de los que trabajamos en la empresa queremos llegar a tener que reemplazar a nadie, pero a veces pasa..

Esta vez lo he vivido intensamente ya que me he vinculado desde el primer momento con la promotora, a la cual visité el día antes de que pasara todo y con el responsable de la zona de movilidad del centro, con el cual estuve un buen rato al teléfono tratando de obtener una segunda oportunidad para nuestra promotora, sin éxito, y que fui a visitar cuando ya estaba la nueva promotora, de la que nos traslado un feedback bueno.

Después de hablar con dos responsables de la zona donde estamos ubicados y la experiencia vivida, saco conclusiones muy claras:

- Si las empresas dan unas normas de comportamiento son para evitar problemas, muchos de ellos vividos en el pasado.
- Aunque muchas veces pensemos que nuestro "jefe" es nuestro coordinador, no acaba de ser del todo cierto, si tenemos un problema en el centro y nos echan, el coordinador poco podrá hacer en ese conflicto.
- Cuando decimos que cualquier ausencia que deba ser de más de 5 minutos lo comentemos con el responsable, os parecerá mentira o pesado, pero es de lo que más se quejan cuando nos ausentamos del puesto de trabajo de forma injustificada, por mucho que mandemos un Whatsapp a nuestro coordinador.

El trabajo de promotora, como muchos otros, no es fácil, hay muchas partes a las que contentar: coordinador, con sus informes y fotos; clientes, con una atención personalizada; centro, con nuestro trabajo, profesionalidad y buen hacer; si nos visita un responsable de la marca...
No es fácil, pero hay muchas buenas promotoras que hacen todas estas funciones de forma satisfactoria :)


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