Más temprano de lo que pensaba, cierro una importante etapa de mi vida. Una etapa que me ha permitido asimilar el mundo del "Field Marketing" desde dentro. Aprender lo necesario para sobrevivir en un mundo en que lo único de lo que no dispones es de tiempo. Es una apasionante e intrigante carrera a contrarreloj en la que pueden suceder muchísimas cosas imprevistas, pero que debemos trabajar para que terminen bien.

Mi aventura en el marketing se remonta a un 13 de mayo de 2011, momento en que empecé de encuestador, como ya he comentado muchas veces. Sin embargo, no fue hasta un 3 de agosto de 2015 que empecé a ver las cosas desde dentro, la otra cara de la moneda.
Todavía recuerdo la entrevista que hice con la que iba a ser mi jefa posteriormente. En ella trató de meterme miedo con los altos volúmenes de trabajo que se iban a llevar, a lo que le respondí que no me importaba en absoluto. Sabía donde estaba.

La primera vez que hablé con la propietaria de la empresa en su despacho, me contó algo curioso: cuando entré, en período vacacional, no estaba ella, así que antes de llegar de vacaciones mi jefa ya la informó de que tenía una sorpresa: había contratado a un chico para la empresa. Su respuesta fue, ¿Para comunicación? a lo que mi jefa le respondió "No, para Field".
Esta conversación me la estuvo contando en su despacho a modo de sorpresa total y no era porque en Field no pudieran haber chicos, si no porque sus experiencias anteriores demostraban que no aguantaban la presión ni el ritmo de la empresa, y abandonaban todos, así que no contrataban chicos. De hecho, en todo el tiempo que he estado, nunca más se ha contratado a ninguno.
He aguantado 1 año y 2 meses, así que prueba superada :) Desde julio pasado, tuve el honor de ser el ejecutivo más veterano del departamento y, durante agosto, el director de cuentas provisional por vacaciones de mi jefa.

Echando la vista atrás, estoy orgulloso de mi trayectoria en la empresa. Entré para ayudar en vacaciones, superé a mis compañeras de promoción, me quedé y llegué a ejecutivo. Han sido meses de mucho trabajo, de duro trabajo, pero estoy muy contento de todo lo que he progresado en poco tiempo, con mi edad y la responsabilidad que he ido obteniendo durante este tiempo. Me siento muy agradecido por la oportunidad que se me brindó en su día, el poder aprender muchas cosas importantes y necesarias que me van a hacer falta allá donde vaya. Pero llegó el día en que se separan los caminos. Mientras estas líneas están viendo la luz, estoy iniciando una nueva etapa de mi vida, como ejecutivo de cuentas de Field Marketing en otra empresa, aunque con un rol muy distinto al desarrollado hasta el momento.

Sinceramente estoy intrigado por ver el papel real que voy a desempeñar en la empresa, pero no estoy nervioso por como me puede ir todo. Se que estoy capacitado para ello de sobras y saldré adelante. Empiezo esta nueva etapa con mucha ilusión, con ganas de demostrar que no se han equivocado en mi elección y que puedo hacer carrera en la empresa.

Sin embargo, siento cierta tristeza en dejar la empresa en la que más tiempo he estado hasta ahora y donde he compartido muchas horas de mi vida con un equipo fantástico donde siempre ha habido un gran ambiente, pese a los momentos de estrés que se han producido en no pocas ocasiones, pero siempre salvando todos los contratiempos. Al final es de lo que se trata, salvar todos los problemas que vayan surgiendo por el camino y, con un equipo unido, se hace todo muy fácil.

En este último año he estado muy cómodo en la empresa, especialmente con mis compañeras, haciendo piña siempre. Sin embargo, en verano se fueron prácticamente todas las personas que más relación tenía dentro de la empresa, especialmente mi compañera de departamento, con quién más relación tenía. Fue duro el verano siendo sinceros, aunque sea trabajo, nos conocemos todos y ver como se van, aunque sea mejorando sus trabajos y sus vidas cosa que me alegro mucho, no gusta siendo egoístas. Te sientes fuera de lugar muchas veces cuando se renueva todo el equipo y es volver a crear todo el ambiente bueno que había antes. Pero es lo que tienen las empresas de Field, el personal viene y va.
Aún así me voy contento al haber conocido personas muy buenas en esta empresa, con las que tengo la intención de seguir viéndome en el futuro y compartir un par de cervezas como buenos amigos.

En la empresa queda un buen equipo ahora mismo. En mi departamento se quedan personas muy válidas, algunas como ejecutivas, otras como coordinadoras, aunque veo que las coordinadoras llegarán a ejecutivas si tienen paciencia. Tienen capacidad para ello.

Hoy empezamos una nueva etapa con mucha ilusión y ganas. Esperemos que de largo recorrido.



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Seguramente más de uno se ha quedado pensando con el título “¿Cómo no voy a ser apto para trabajar en una promoción?”. Muchas veces damos por hecho que todos nos podemos dedicar a trabajar en eventos y promociones; que tan solo es estar un par de horas haciendo algo sencillo y es dinero fácil. Pero seguro que todos conocemos a alguien que nunca veríamos trabajando en un supermercado por 70€ un fin de semana. Ni se lo plantearía nunca. De locos.

En muchos medios de comunicación, televisión, prensa, radio, etc. catalogan como "mini jobs", empleos esporádicos o, incluso, trabajos "basura" aquellos trabajos de duración determinada o eventual que no garantizan una estabilidad al trabajador a nivel económico ni de continuidad en el tiempo. Por definición, nos encontramos en nuestro sector.

Es inevitable que en la mente colectiva de la sociedad española en general, se relacione los "mini jobs" o trabajos temporales con lo que nosotros conocemos cómo promociones y eventos.
En cierta manera puede guardar el parecido si lo generalizamos todo, ya que al final, las promociones son trabajos de duración determinada, cortas y de salario insuficiente como para poder pagar una hipoteca, facturas o gastos elevados.

El mercado laboral es muy amplio, muy extenso, dividido en sectores y para públicos muy diferentes según el perfil.
El sector de promociones y eventos no fue pensado para dar trabajo a personas con unas necesidades económicas importantes y con cargas como podemos hablar de hipotecas, facturas de luz, gas, agua, teléfono, coche, etc el público objetivo o “target” al que va destinado este sector es para personas generalmente jóvenes, aunque con excepciones, que buscan pagarse sus estudios, ahorrar para independizarse, poder pagar sus gastos a escala reducida y dar los primeros empleos a personas jóvenes, no para mantener familias. De esto, entendemos que las necesidades y exigencias de una persona que no esté en ese target pueden chocar frontalmente con las condiciones que nos encontramos a diario en este sector.

Constantemente, se tacha de que cada vez más se crean puestos de trabajo "basura" en España y menos trabajos fijos e indefinidos que permitan crecer a la economía española y sacarnos de la crisis, esa que ha hecho tanto daño a todos los sectores y ha destruido mucho empleo. Donde había contratos indefinidos se han sustituido por eventuales, a tiempo parcial, etc. Eso no hay duda.
Esta situación ha provocado que muchas personas, afectadas por estos cambios en el mercado laboral, se hayan visto obligadas a recalar en el mercado de "mini jobs" o en nuestro sector, eventos y promociones, sector destinado a un perfil concreto y no generalista.

En condiciones normales y en una economía saneada y creciente en España, muchas personas no habrían accedido nunca a nuestro sector por necesidad, sino para tratar de completar unos mejores ingresos a final de mes. Sin embargo, la realidad es bien distinta. Demasiadas personas acostumbradas a la época de bonanza de la economía española han accedido de forma forzada y por necesidad a partes del mercado laboral que nunca se habrían planteado por destrucción de sus puestos de trabajo. Esto, unido a la pérdida de derechos que llevamos acumulados en la última década, hace que tengamos personas necesitadas de un trabajo pero que no van a tolerar según qué cosas devenidas de las condiciones propias del sector y acostumbradas a unas condiciones muy distintas a las vividas anteriormente. En el fondo, la globalización ha traído esto, un mercado dinamizado y cambiante, donde la palabra “estabilidad” es complicada encontrarla.
Para la mayoría de personas que hemos empezado a trabajar a partir de 2008-2009, estamos acostumbrados a muchas cosas que otros trabajadores iniciados mucho antes ven como impensables, malas condiciones e, incluso, esclavistas y abusivas. Probablemente tengan razón, no es lo mismo estar acostumbrados a unas condiciones que se daban en época de bonanza, cuando circulaba el dinero fácilmente que en épocas de depresión económica. No es lo mismo venir de una época buena y llegar a una mala que haber empezado en una época mala directamente.

Como comentaba anteriormente, el sector de eventos y promociones podríamos centrarlo en una edad de 18-35 años, idealmente. Como ya conocemos, se trata de un sector en el que se dan condiciones como:

- Trabajar con tiempos ajustados.

- Acciones cortas y rápidas.

- Acciones muy dinámicas.

- Generalmente, pocas horas totales => salario bajo.

- Sujetos a condiciones cambiantes por parte de los clientes. Podemos estar contratados y al día siguiente en el paro sin haber siquiera trabajado.

- Nuestro trabajo está bajo lupa por agencias, clientes y centros de trabajo. Si las ventas o el comportamiento no es el adecuado, hay muchos problemas. Nuestro trabajo siempre es observado por la agencia que nos contrata, por el cliente que envía a sus comerciales, por el jefe de sección de turno del centro donde estamos, seguimos presionados por los clientes, por los vendedores de la sección, etc y el problema es que depende de quién sea con quien podamos tener un problema, nos puede ocasionar no volver a trabajar con la agencia, por pequeño que sea el problema.

- La logística de transporte de materiales suele correr a cargo de la azafata/o.

- Acciones cambiantes. Un día vendemos palillos, otro bombones.

- Poca estabilidad para el trabajador. Vive pendiente de una llamada para trabajar cada semana.

- Acciones muy centradas en fin de semana. Normal, cuando la mayoría de personas tienen tiempo para acudir a comprar.

- Gastos extras en tiempo y dinero no pagados.

Como podemos ver, las condiciones no parecen muy halagüeñas para una persona que tenga cargas económicas importantes. Como ya comentaba, nuestro sector no está pensado para satisfacer según qué necesidades, ni pretende hacerlo.
Aun así, pese a ser acciones cortas en el tiempo, no es de extrañar encontrar ofertas en las que se busca personal para campañas largas o más o menos estables en el tiempo en las que poder trabajar. Ejemplo de ello, son campañas donde se piden coordinadores para controlar equipos de azafatas o acciones especiales donde se pacta con el cliente acciones largas para tener un personal más o menos fijo. Actualmente, en diversas agencias, hay campañas activas de reclutamiento de coordinadores para estancos y GPV a nivel nacional. Otro ejemplo lo encontramos en promociones como en la que trabajé en 2012 como promotor de fibra óptica en tiendas durante 8 meses a jornada completa. Y creedme, los clientes que tienen cierto volumen de acciones independientes a lo largo del tiempo de forma continuada, están preocupados por la rotación de personal. Les gustaría que siempre se contase con las mismas personas y tratan de plantear soluciones para que así sea.

Volviendo al tema principal que exponía en el título de esta entrada y, en base a lo comentado hasta ahora, nos solemos encontrar con personas de todo tipo que no están habituadas a las promociones. A más edad, generalmente, más problemas encontramos, aunque no siempre.

Idealmente, una persona que se quiera dedicar a hacer promociones y eventos debe tener claro una serie de requisitos para que, a la larga, le vaya bien en este sector, ya que somos muchas agencias y una misma persona puede trabajar para diferentes pero no repetir con la mayoría por su forma de actuar y entender las cosas como deberían ser y no como son realmente. Estos requisitos son:

- Compromiso. Probablemente el requisito más importante para las agencias. No nos gusta hacer selecciones y trabajar en vano. A nosotros y a ninguna empresa. El compromiso demostrado, y no de boca, es muy valioso para toda agencia. Te hace confiar en la persona que contratas y tienes tendencia a dar más trabajo a esa persona al saber que responde. Desgraciadamente, hay poco de esto. La continua salida de ofertas de otras promociones y que muchas veces una misma candidata se apunte a varías hace que muchas veces se encuentren, habiendo aceptado un trabajo, en la tesitura de rechazar una oferta ya cogida porque se pagan 10€ más en otra que la han llamado. Todo esto lo anotamos. Al cabo del mes 200 incidencias familiares y 200 muertes de familiares son un poco complicadas de entender.
Al final, cada uno acaba trabajando y comprometiéndose con aquellas agencias que realmente le interesan, sino es difícil trabajar en este sector.
Todos buscamos el dinero, pero si eres una persona que vives a "salto de mata" donde me van a ofrecer 1€ más, tienes la subsistencia difícil en este sector.
No hace mucho, hablaba con una de nuestras promotoras en Madrid, la cual ha trabajado en infinidad de acciones con mi agencia, y me comentaba lo siguiente: “Claro que me llaman de otras empresas David, y me pagan más que vosotros muchas veces. Pero siempre os doy prioridad a vosotros porque sois la empresa que más me llama constantemente y me compensa” En eso tiene razón, en cuanto sabemos que hay oferta en Madrid de cualquier campaña, hablamos con ella.

- Pro actividad. Una palabra muy repetida y muy escuchada constantemente. Cada uno la interpreta a su forma. Debido a los grandes volúmenes de promotoras que suele gestionar un coordinador, este tendrá tendencia a buscar personas que hagan las cosas antes incluso de que se le indique de hacerlas. Un ejemplo: Si ya sé que debo firmar un contrato, leerme un manual de formación o, durante mi estancia en un centro de trabajo sucede alguna incidencia básica que puedo solucionar, lo hago, no espero a que me tengan que estar detrás.
Parece mentira, y no me cansaré de decirlo, que cuando una persona firme un contrato rápidamente, o el mismo día en que se la contrate, saltemos casi de alegría en la oficina por contar con una persona menos a la que estar persiguiendo. Será una tontería para muchos, pero estos son los detalles que van quedando en nuestra mente para futuros trabajos.
Si eres una persona dejada, pasota ante las cosas que se piden y tienen que estar siempre detrás tuyo para todo, ten por seguro que nos pensamos hasta 4 veces llamarte, si es que lo hacemos, y forzados por la necesidad.

- Resolución y predisposición. Como comentaba estamos en un sector en que los imprevistos están a la orden del día. ¿Cuantas veces el repartidor no ha entregado los paquetes a tiempo y hemos tenido que ir a recogerlos a una oficina postal? Sea por la agencia, por el mensajero o por logística no es difícil encontrarse algún problema. ¿No os ha pasado nunca que entréis como sustitutas de otra persona a la promoción y esa persona tenga el material y debamos recogérselo a última hora y con prisas? A nadie nos gusta esto, ni siquiera a las agencias que tenemos que gestionar y controlar esto. Hay personas que no piensan hacer esto nunca. Otras muestran total predisposición y no ponen problema alguno. Esto es quitar un potencial problema a tu coordinador/a que a seguro lo agradecerá. Siempre es de agradecer tener personas espabiladas y resolutivas que sepan moverse por su cuenta para solucionar problemas.


A mi modo de ver, son las condiciones que deberían cumplir las personas que trabajan en este sector. Sin embargo, en la mayoría de casos dista mucho de la realidad.

Por otro lado, también hay agencias que se aprovechan de las circunstancias de las personas con las que trabajan habitualmente y “amenazan” con dejar de contar con esas personas cuando son llamadas y no pueden hacer alguna acción por tener compromisos con otras agencias. Personalmente, me parece abusivo y de mala persona aquellas personas que trabajan de esta forma, ya que igual que nosotros exigimos una forma de trabajar y unas directrices a seguir, las relaciones laborales son de 2 partes. Si una agencia no os respeta o pensáis que las condiciones que os ofrecen y como os tratan no es la adecuada, no trabajéis con ellos. Así de claro.



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